Plutocracia o República

Ayer, 27 de noviembre de 2010, fue un día histórico, pero histórico de los de verdad. Ayer, dos hechos, ambos en Madrid, constataban, hacían tangible, la crisis del sistema democrático surgido de la Transición.

Noam Chomsky hablaba hace tiempo del “Parlamento Virtual” de capitalistas que condicionaban la política de los Gobiernos. Ayer, ese Parlamento Virtual se hizo carne. Los 37 capitalistas más importantes de España se constituyeron, a instancias del propio Gobierno elegido, en la tercera Cámara del Estado; desde ayer España tiene el Congreso, el Senado y la Cámara de Plutócratas.

Habla Michael Moore en su último documental Capitalismo; una historia de amor de cómo la democracia está amenazada por un nuevo régimen: la Plutocracia.

Ayer en España, el Gobierno -emanado de la Constitución de 1978- mató al Régimen de la Transición para crear la Plutocracia.

Ayer los plutócratas -a los que nadie ha elegido (más allá de que Zapatero los haya convocado)- exigían la reforma de las pensiones para “Ya” en palabras de Botín, o que se tomaran medidas impopulares como pedían Rodrigo Rato (ex ministro de Aznar, ex director del Fondo Monetario Internacional y ahora presidente de Caja Madrid) y Francisco González (BBVA).

Los capitalistas ayer exigían medidas que perjudican a los ciudadanos para su beneficio. No es nuevo, lo novedoso y peligroso, porque supone un golpe de estado, es que el Gobierno le dé cauce y carta de naturaleza a estas peticiones. El Régimen de 1978 murió ayer.

Quiso la casualidad, que el día que Zapatero inauguraba la Plutocracia, los comunistas celebrásemos nuestra I Conferencia Republicana. La alternativa a la monarquía plutocrática es la República Democrática de trabajadores y trabajadoras de todas las clases. Una República, que como escribí en un reflexión anterior, "es que el Pueblo tiene capacidad de decidir sobre cualquier aspecto que les afecte, sea elegir al Jefe de Estado -y no aceptar que la jefatura del estado sea herencia de una familia- pero también es elegir qué política económica se realiza, y no aceptar “lo que digan los mercados” a los que nadie elige".

Si en los años treinta la defensa de la democracia, y de los intereses de la clase trabajadora y de las capas populares en general, se expresaba en la disyuntiva entre Fascismo o República; hoy en 2010, la defensa de la democracia y del Pueblo pasa en España por la disyuntiva Plutocracia o República.