Nunca he sido partidario de debatir o dar a conocer situaciones internas en los medios de comunicación y fuera de los cauces orgánicos. Así lo he mantenido a lo largo de este fin de semana, cada vez que un periodista se ponía en contacto conmigo, ya que una vez más alguna persona mezquina ha generado una filtración a los medios de comunicación, anteponiendo sus intereses personales o de facción, a los del interés colectivo de la organización, además en plena campaña electoral, siendo el o la mezquino/a con el objetivo de hacer daño a la organización y las posibilidades electorales de nuestra organización, tratando de tirar por la borda el trabajo de la militancia. Pensando tal vez obtener beneficios en lo interno si la organización tiene unos resultados que no sean los convenientes.
Durante estos días he callado queriendo mantener mi coherencia con lo que pienso. Sin embargo, los acontecimientos mediáticamente se han precipitado, y creo que por el medio que tengo a mi alcance debo de romper el silencio, para evitar que estemos en un sacramento en el cual “el que calla otorga”.
Lo ocurrido el sábado en el Pleno del Comité Provincial celebrado en Palma del Río era algo buscado desde hace tiempo por personas -que a pesar de toda su trayectoria en el pasado- no demuestran querer ni respetar a nuestras organizaciones y a la militancia. Es consecuencia de la situación vivida desde marzo del año pasado en el último Congreso del Partido, cuando la candidatura que quedó en minoría, contando con los aparatos de los comités provincial, andaluz, federal y la UJCE, que no han asumido nunca el resultado del Congreso.
El sábado el orden del día del Comité Provincial tenía dos puntos; debate del Informe Político y situación de las Finanzas. Estas últimas son insuficientes para seguir sosteniendo las actuales liberaciones.
Durante el debate del Informe se centró sobre la situación interna en el Partido desde el Congreso en el que salí elegido Secretario Provincial, y eso que el Informe trataba en exclusiva sobre la situación de la democracia frente a los mercados, las elecciones y las políticas neoliberales del PP en la ciudad de Córdoba.
Durante el debate, que no se basó en el contenido del Informe, sino en una constante reiteración de peticiones para que la dirección andaluza interviniera en la provincia. El secretario provincial incluye en el Informe la propuesta de convocar un Congreso Extraordinario para el mes de enero, con el fin de superar la situación y no afectar a la campaña electoral. La propuesta fue rechazada.
Ernesto Caballero propone entonces -ya lo había hecho con anterioridad- la dimisión del órgano y el nombramiento de una gestora por parte de la dirección andaluza. Eso es lo que acordó el Comité Provincial.
Así que afrontamos una campaña electoral sin que el Partido Comunista tenga dirección, ya que el Comité Provincial ya no existe, y hasta que la dirección andaluza nombre, tampoco hay Gestora.
Para colmo, en la tarde de ayer, recibo en el teléfono de mi domicilio la llamada de una periodista, a la que alguien ya le había informado de lo sucedido, y me pedía declaraciones. Le contesté que yo no hacía declaraciones sobre cuestiones internas, que siempre había estado en contra del uso de la prensa en cuestiones internas y que además en estas fechas (de campaña electoral) me parecía una irresponsabilidad. Lo mismo he hecho con otros periodistas que se han puesto en contacto conmigo en el fin de semana.
Desde que me hice cargo de la Secretaría Política nunca he utilizado los medios para airear cuestiones que sólo interesan a los militantes del Partido a pesar de las duras situaciones de enfrentamiento que han habido. En estos veinte meses no ha habido una sola filtración relativa al Partido en la prensa, a pesar del enfrentamiento. Las filtraciones han vuelto.
El ataque permanente al que nos hemos visto sometidos el equipo del hasta ayer Secretario Provincial nos ha imposibilitado poder desarrollar las labores propias como nos hubiera gustado.
Nunca he estado liberado por la organización, mis tareas de Secretario Provincial las he estado compatibilizando con mi trabajo como profesor.
Llevo veinte años vinculado a organizaciones obreras y lo seguiré estando. Tengo una conciencia de clase consolidada por las vivencias propias, y precisamente por eso, como comunista y militante obrero voy a trabajar para que los y las trabajadoras y “los de abajo” en general no sean machacados por el Capital, cuyos capataz es el PPSOE. Un comunista de verdad no tiene otro interés distinto al de la clase obrera. Por ello, voy de trabajar para que Izquierda Unida, única candidatura que defiende los intereses de “los de abajo”, obtenga la representación que “los de abajo” se merecen.
El tiempo pasa y pone a cada uno es su lugar. Estoy seguro que eso ocurrirá.
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