El Compañero Presidente con el pueblo |
Tengo las imágenes de televisión, allá por los ochenta, de los manifestantes chilenos contra la dictadura corriendo delante de los chorros de agua que contra ellos lanzaban camiones de la policía. Después a lo largo de los noventa fui conociendo -y entusiasmándome- con el proceso (abortado) al Socialismo que encabezase Salvador Allende, finiquitado un 11 de septiembre de 1973, hace cuarenta años. Víctor Jara ponía banda sonora a ese conocimiento que hacía cuando estaba en el instituto. Después, en tiempos de la Universidad conocí La Batalla de Chile mientras el dictador era retenido en Londres.
Como decía antes, la figura de Allende y del proceso revolucionario que encabezó me ha entusiasmado; no sólo por el grado de conciencia, unidad y movilización de la clase obrera chilena; no sólo por el contexto cultural (Víctor Jara, Quilapayún, Inti Illimani, la familia Parra,...) que acompañaban el proceso. La creación, como consecuencia de este proceso del movimiento Cristianos por el Socialismo.
Aprovechando estos cuarenta años de fin criminal que tuvo aquel proceso en manos del fascismo y el imperialismo, quiero plantear lo que para mi son las enseñanzas de aquel proceso y de su máximo dirigente el Compañero Presidente, Salvador Allende.
- Allende era tremendamente peligroso para los EEUU. Desde hacía tiempo el capitalismo había ido elaborando una ecuación en la que era Democracia=Capitalismo. Obviamente esto acarreaba una ecuación a la inversa que es Socialismo=Dictadura. El argumento básico para situar esas premisas eran que ninguna revolución socialista se había realizado democráticamente (es decir, electoralmente) sino que habían sido las armas (Asalto al Palacio de Invierno, lucha antinazi en la II Guerra Mundial, Guerra Popular en China, la guerra de guerrillas cubana...). La vía propuesta por Salvador Allende rompía el argumento de lleno.
De ahí las actuaciones prácticas y propagandísticas contra la Vía Chilena. ¿Cuáles? Por un lado, la acusación -a pesar de ser elegido electoralmente- de querer crear una dictadura comunista en Chile (curiosamente el mismo argumento que después se ha repetido con Hugo Chávez y demás líderes del Socialismo del Siglo XXI), para constatar la inviabilidad del vía democrática al Socialismo, había que generar que la Unidad Popular perdiese las elecciones, y para ello había que desgastar - de ahí los bloqueos de los transportistas, los acaparamientos, las primeras caceroladas de la historia, las huelgas, manifestaciones, etc.) Todo para generar una percepción social de desgobierno, de caos económico, y con ello provocar una pérdida de apoyo electoral, que condujese, en las legislativas de marzo de 1973, a que la Unidad Popular se situase por debajo del 40% de los escaños, y las derechas pudiesen destituir constitucionalmente a Allende.
Sin embargo, la organización popular y la movilización no solo afrontaron y confrontaron estos planes diseñados en Washington sino que alcazaron más de ese esperado 40% por cierto. Los planes de una destitución constitucional y democráctica se fueron al garete, se entró entonces en los planes que desembocaban en el golpe de estado del 11 de septiembre, unos meses más tarde. - Punto de inflexión histórico. El proceso chileno para mi marca un punto de inflexión, un punto el que por un lado, de haber superado sus contradicciones hubiese creado una brecha en el capitalismo, por lo señalado más arriba. Por ello, el capitalismo no podía permitir que el proceso se consolidase. En el Chile de hace cuarenta años se confrontaban dos modelos; el de una revolución socialista, popular, de corte marxista, republicana, pero también cristiana y frente a él el neoliberalismo. Me impresiona el discurso de Allende en la ONU donde describe, en 1972, el mundo que hoy vivimos y que llamamos globalización con la falta de control democrático sobre las instituciones y multinacionales que controlan la economía. Aquí dejo el vídeo del ese trozo del discurso.
El fin de "vía Chilena" supuso el fin, por casi veinte años -habrá que esperar a 1998, a la victoria de Chávez en Venezuela, y en este caso no adquirirá el revolución su carácter socialista hasta años después- de una vía revolucionaria por las urnas. Manteniendo las ecuaciones de las que hablábamos antes -si bien erosionadas por el vinculo de EEUU y Pinochet-. El fin de la vía chilena, supuso de ser un experimento de una revolución por la vía pacífica a convertirse en el experimento, en el cobaya, del neoliberalismo y su doctrina del shock. - Los baluartes de la reacción. El principal arma de la contrarrevolución fue el Parlamento, desde él la burguesía chilena puso toda la carne en el asador para bloquear la acción de gobierno del Compañero Presidente.
Otros instrumentos de la reacción fueron distintos grupos corporativos, la prensa, los estudiantes de la Universidad Católica, las mujeres de la clase media con las primeras caceroladas de la historia. Pero todos ello, fueron superados por el pueblo a través del llamado "poder popular". Muestra de todo ello se refleja es este fragmento de la La Batalla de Chile.
En 2004, tuve la oportunidad de escuchar a Hugo Chávez en persona en Madrid, allí afirmó refiriéndose al Chile de Allende "Aquella fue una revolución pacífica, pero desarmada. Esta es una revolución pacífica pero armada".
Efectivamente, el único problema que "el poder popular" chileno no pudo resolver fue el de una posibilidad de golpe militar. A pesar de que derecha e izquierda chilena se referenciaban en la España de 1936, en el proyecto allendista no había lugar a "milicias populares" aunque las reclamaban sectores de la Unidad Popular. - El papel del estado en la revolución. Allende partía de la hipótesis de la víabilidad de un transito al socialismo en el marco de la "institucionalidad burguesa" como él la llamaba, y dentro del marco constitucional chileno. Esto no significaba que no se apoyase y se fomentase el "poder popular".
Pero el gran problema fundamental era, Allende partía de la tesis que el ejército no intervendría dentro mientras los cambios socialistas se produjesen dentro del marco de la constitución (he ahí el problema de las "milicias populares").
La lección fue aprendida por los "socialistas del siglo XXI", empezando por Chávez, quien frente al constitucionalismo allendista, hizo juramento del cargo "sobre esta moribunda constitución", e inició -previo referendum- un proceso constituyente.
- A las organizaciones populares de la dimensión institucional de lucha no solo social, y en consecuencia de la necesidad de un apoyo a quién coincide programáticamente y en la práctica en las instituciones.
- A la izquierda (es decir, anticapitalista) con responsabilidades institucionales se está con lealtad .a militancia y a la trayectoria propia. Y eso significa la coherencia en la acción ideológica y política.
- Allende tardó veinte años en llegar a la presidencia de Chile, y lo hizo acumulando fuerzas,poco a poco, y con coherencia.
- Allende estaba el gobierno, pero necesitaba construir un "poder popular" que soportase, apoyase e impulsase -aunque fuera con contracciones y debates- al gobierno.
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