Era un día de Fiesta del PCA, allá por abril de 2001, una generación de jóvenes comunistas hacía su entrada a través de la Agrupación Universitaria. Pensamos en hacerle un homenaje a nuestros camaradas veteranos, aquellos que lucharon durante la dictadura. Y surgió la posibilidad de que Marcelino Camacho estuviese en el homenaje. Estuvo sentado a mi lado, y me correspondió a mi entregarle a Marcelino su diploma como homenajedo. Recuerdo que cuando llamamos a Josefina, ella dijo riéndose "¿Yo...? Pero si yo lo único que he hecho es aguantar a este (por Marcelino)?
El diario Córdoba nos hizo una foto a la Agrupación y a los homenajeados.
Esa fue la vez que conocí a Marcelino, o mejor dicho lo conocí en persona, ya que conocerlo, oir hablar de él había oído desde pequeño.
Marcelino fue un luchador de la clase obrera, y pasará, está ya -lo estaba ya de antes-, como de los referentes personales del movimiento obrero español. Estará con nombre propio como Dolores y Pepe Díaz, como Pablo Iglesias y Largo Caballero, como Anselmo Lorenzo o Durruti.
El mejor homenaje que podemos hacerle a Marcelino es la lucha de tumbar las reformas del Gobierno. Es seguir en la lucha de la Clase Obrera.
Camarada Marcelino, Seguiremos adelante.
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