Hoy se ha cumplido 57 años del asalto al Cuartel Moncada, inicio de la Revolución Cubana. En esta fecha es conveniente recordar las aportaciones que Cuba ha hecho a la humanidad en todos estos años.
La Revolución Cubana tiene un componente social, que la llevó a que entre las prioridades del proceso revolucionario se situasen desde el comienzo la alfabetización - y por extensión la educación- y la sanidad. Esa preocupación está reconocida por las Naciones Unidas, la UNESCO o la OMS. Sus resultados sitúan a Cuba en parámetros de esperanza de vida, de natalidad, mortalidad, mortalidad infantil similares a la Europa del estado del bienestar, ese contra el que ahora el capitalismo europeo y el FMI han lanzado una ofensiva total
Pero esta preocupaciones social no se han quedado limitadas a las fronteras cubanas, y ese es el componente ético y humanista de la Revolución.
Aún recuerdo el comunicado que Fidel Castro sacó a los pocos días del 11-S ofreciendo a los Estados Unidos médicos y el sistema sanitario cubano para tratar a los supervivientes de los atentados. La enemistad del gobierno de los EEUU -de todas las administraciones desde 1959- contra el pueblo cubano, no impidió la solidaridad de este con el pueblo estadounidense, que al fin y al cabo sufre en primera mano la codicia de su propio capital.
Cuba ha exportado médicos a distintas partes del mundo, desde la Venezuela profunda donde el Gobierno de Chavez quería llevar la sanidad, hasta el Pakistán aliado de los EEUU, pasando por la "Misión Milagro" para operaciones oculares, y que como el relato bíblico sobre San Pablo, ha devuelto la vista al asesino del Che.
En el Museo de la Revolución de La Habana hay escrita en letras rojas una frase del poeta y apóstol de independecia, José Martí: "Patria es Humanidad". Por eso, el pueblo cubano y su revolución generan solidaridad por el mundo.
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