En unos pocos días hemos recibido los trabajadores españoles tres recomendaciones que vienen de distintos organismos; el FMI pedía bajar los sueldos españoles en un 10%, así como que para el año que viene tendremos un 27% de paro. La rebaja de sueldos además se sitúa en la necesidad de un pacto según el comunicado publicado por el FMI: "Los directores celebraron la reforma del mercado de trabajo de 2012. Sin embargo, recalcaron que se necesita mejorar aún más la dinámica del mercado de trabajo para reducir en forma suficiente el desempleo, entre otras cosas aumentando la flexibilidad interna, reduciendo la dualidad del mercado laboral, y mejorando las políticas activas. Muchos (directores del FMI) opinaron en general que sería beneficioso estudiar la posibilidad de un acuerdo social entre sindicatos y empleadores para acelerar los beneficios derivados de las reformas estructurales en materia de empleo, pero al mismo tiempo señalaron que sería dificil de lograr. No obstante, este acuerdo no debería demorar las reformas estructurales necesarias"
Días después fue Olli Rehn, Comisario para asuntos económicos de la Comisión Europea, escribía en la misma línea. No estaba solo, la portavoz de ese organismo, Chantal Hughes, dijo en rueda de prensa que "la propuesta fue hecha en su blog personal por lo que no representa necesariamente la visión de la Comisión, pero en este caso va muy en la línea del conjunto del Ejecutivo", ejecutivo del que no podemos olvidar forma parte Joaquín Almunia, del PSOE.
Rehn lo que hacía era apoyar la propuesta del FMI tanto en la bajada de sueldos como en la necesidad de un acuerdo, nuevamente el mismo discurso en el blog, primero se alaba -aunque un tanto más excéptico- la reforma laboral de 2012, para añadir que "El impulso a la reforma, mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, se debe mantener. Los interlocutores sociales tienen tradicionalmente un papel central en Europa. La superación de la dualidad entre contratos fijos y temporales y ofrecer a los jóvenes más oportunidades son las tareas y la responsabilidad de todos los actores involucrados. Los funcionarios del FMI proporcionó recientemente una simulación de un "pacto social" de amplia base entre empleadores y sindicatos en una devalución interna: el aumento del empleo (y los recortes de precios) a cambio de que los sindicatos acuerden moderación salarial significativa". Señalo las palabras en negrita, sobre las que ahora después volveré.
No podemos olvidar que la famosa troika la conforman el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Sobre los salarios se han pronunciado oficialmente (en el caso del FMI) y cuasioficialmente (en el caso de la Comisión) dos de los tres jinetes del apocalisis europeo. El BCE no lo ha hecho ahora, pero si tiramos de hemeroteca, nos encontramos con que hace un año y medio el diario monárquico ABC titulaba una información con "El BCE quiere que haya salarios de menos de 400 euros en España", más reciente, hace justo un año, el BCE alababa la reforma laboral que se acababa de aprobar para apostar por la bajada de los salarios. Nuevamente el mismo, mismo discurso.
Pero bien, volviendo a las frases en negrita. El FMI pedía acabar con la dualidad del mercado laboral en España; Renh nos lo traduce con la frase "la superación de la dualidad entre contratos fijos y temporales", para que justo en ese momento aparezca en escena el presidente de la CEOE, y el "capo dei capi" (jefe de jefes) español interviene para proponer al gobierno poder convertir los contratos a tiempo completo en parcial. En su informe la CEOE repite el mismo discurso; valoración positiva de la reforma laboral de 2012 pero "queremos más" reformas.
No estamos ante una crisis, estamos ante una reestructuración del sistema capitalista. Todas estas medidas van dirigidas a aumentar la plusvalía. ¿Y que es la plusvalía? pues que de la tarta que ha hecho el trabajador se reparta para que el capitalista se lleve una mayor parte que el trabajador. Bueno, en el sistema capitalista siempre el empresario se lleva una parte mayor de la tarta, lo que están planteando es llevarse aún más. No estamos ante una crisis, estamos ante la búsqueda de una plusvalía, de una explotación del trabajador mayor. la crisis es la excusa. Es la materialización la frase de Milton Friedman para explicar, lo que la periodista Naomi Klein llama, "doctrina del shock", cuando el gurú neoliberal afirmaba que para llevarse a cabo sus reformas se debía de producir bajo "una crisis real o percibida". Estamos ante eso. Y el botón de la muestra nos lo proporciona el propio Rehn en su artículo en cuestión cuando dice: "Pero, ¿no es todavía vale la pena probarlo en serio, por el bien de los millones de jóvenes españoles que se encuentran actualmente en paro? Aquellos interesados que se rechacen rotundamente que tomaría una gran responsabilidad nacional de los costos sociales y humanos en sus hombros". El chantaje del miedo. Del si no te "devalúas" -es decir, bajas tu valor; es decir, vende tu fuerza de trabajo más barata para que el empresario te saque más jugo- esto irá a peor.
Aceptar la tesis de que estamos ante una crisis en vez de una reestructuración del capitalismo lleva a un análisis dentro de la lógica del sistema, y en consecuencia -en el mejor de los casos- socialdemócrata, pero no será un análisis real, y en consecuencia se estará "engañando" al pueblo, al partir de la premisa de la "gran metira": la crisis.
Me explico. Aceptar que hay una crisis, supone aceptar que en un futuro -más o menos cercano- se podrá volver a la situación de antes de 2007, al mantenimiento del aquel "pacto social de posguerra" y su estado del bienestar. Se trata de aceptar que los sacrificios de hoy tendrán una recompensa futura, y por lo tanto llevarnos a la aceptación de las "recetas". En esa lógica, la protesta es insolidaria y carece de sentido.
Pero la realidad es otra. estamos ante una reestructuración del capitalismo, que ya no quiere, que no tiene necesidad de mantener, aquel "pacto social de posguerra" -la URSS no existe desde hace más de veinte años-. Los capitalistas europeos han llegado a la conclusión que para mantener su beneficio -la famosa plusvalía- necesitan eliminar a aquel pacto y el estado del bienestar. Lo único que les interesa de la lógica pactista es "pringar" a los sindicatos en el desmontaje. Por lo tanto, no se puede defender algo que ya está muerto. Hay que explicar que lo que vivimos es una pérdida de derechos conquistados por que la burguesía -que apostó por el fascismo en los años treinta- fue derrotada en la Segunda Guerra Mundial, y su miedo a una revolución socialista es lo que le llevó a pactar el "estado del bienestar". Marcarse como objetivo este, es perder.
*pegolete: equivalente de pego. En Córdoba se dice como sinónimo de tontería.
Pero la realidad es otra. estamos ante una reestructuración del capitalismo, que ya no quiere, que no tiene necesidad de mantener, aquel "pacto social de posguerra" -la URSS no existe desde hace más de veinte años-. Los capitalistas europeos han llegado a la conclusión que para mantener su beneficio -la famosa plusvalía- necesitan eliminar a aquel pacto y el estado del bienestar. Lo único que les interesa de la lógica pactista es "pringar" a los sindicatos en el desmontaje. Por lo tanto, no se puede defender algo que ya está muerto. Hay que explicar que lo que vivimos es una pérdida de derechos conquistados por que la burguesía -que apostó por el fascismo en los años treinta- fue derrotada en la Segunda Guerra Mundial, y su miedo a una revolución socialista es lo que le llevó a pactar el "estado del bienestar". Marcarse como objetivo este, es perder.